Ayer fuimos a Wom.
Ayer fuimos a Wom. Los celulares de Marquito y el mío estaban a nombre de mi papá y ahora queríamos que cada uno estuviera a título personal. Yo creo que Marquito está preparando al fin su viaje al exterior y quiere que yo me empiece a hacer cargo del pago de mi servicio que él pagaba por los dos. De cualquier modo es una oportunidad para pasarnos al plan prepago, nosotros no utilizamos mucho el teléfono y podemos ahorrarnos unos dineros. Fué emotivo ir hasta allí, el lugar queda justo abajo de nuestro apartamento, hacía tiempo que no pasábamos por el lugar y me dió nostalgia, me gusta el entorno de nuestro antiguo apartamento, con sus calles llenas de gente, el comercio, con todo a la mano. Llegamos en un Uber, mi papá, mi hijo y yo caminamos por la carrera 13 hasta alcanzar el local, al ingresar se desató una lluviecita, el lugar estaba limpio, nos atendió una señorita que siempre se demoró haciendo el cambio como 40 minutos, y mientras tanto llovía. Al terminar, ya de salida, pasó el aguacero y no nos mojamos. Cruzamos la calle rapidamente, entramos a un Movistar para pagar el celular de mi papá, y luego a una droguería que quedaba al lado, conseguimos todos los medicamentos y pudimos hacer todas las vueltas. Ya de regreso, subimos hasta la 7ma. y tomamos un taxi de regreso a la casa. A mi me gustan mucho estas saliditas con mi familia, me gusta recorrer la ciudad, caminar un poco y respirar aire puro. Al regresar, Marquito cocinó una cena en mi honor, mis hijos habían decidido otorgarme el título de Magister en Escrituras Creativas y ahora íbamos a compartir la cena, realmente estuvimos solo mi papá y Marquito, Catalina y Daniel estaban en la universidad, pero lo importante es que ahora tengo lo oportunidad de escribir estos textos con la conciencia de que funcionan, sí tengo la capacidad de narrar pequeñas situaciones cotidianas como me he propuesto y como la experiencia me ha enseñado. Así que fué algo más que una salida, fué recordar vivir en el viejo apartamento, fué recorrer las calles y fué recordar todas esas vivencias previas a mi anhelado grado de maestría. Estoy muy orgullosa de haberlo conseguido, ahora también tendré que hacerme cargo del pago de mi servicio de celular, es como haber accedido a la mayoría de edad.
Comentarios
Publicar un comentario