Traductores.
Estuve observando unas charlas sobre los traductores de Toledo en el siglo XIII, Gerardo de Cremona y Miguel Escoto, específicamente unas traducciones que hicieron de Euclides y Ptolomeo, y me acordé que alguna vez yo hice una traducción y me la pagaron, era un texto de odontología con términos técnicos que eran muy difíciles de traducir, yo finalmente no supe si habían quedado bien traducidos, ojalá me hayan entendido, y es que las traducciones son muy importantes para la difusión y desarrollo del conocimiento. Las traducciones de Aristóteles, pasaron primero al árabe y de ahí al latín, y del latín a todos los demás idiomas,, una traducción mal hecha podría cambiar incluso el curso de la historia. Otro dato que encontré, Cortazar fué el traductor al español de Edgar Allan Poe, es muy difícil traducir la poesía y que tenga las mismas emociones que quiso exponer el autor. En estos días Andrés hizo una corrección de estilo de un texto de física pura y le dió un dolor de cabeza la comprensión del tema, pensé en las traducciones de Euclides, los tradductores tienen que aprender del tema en cuestión. Quizás no fuí muy técnica en la traducción que me pagaron, ni tan consiente de la importancia de tal acción. No es un trabajo sencillo el de la traducción, me había fijado en los traductores simultáneos, ellos dicen que preparan el tema con antelación y que hacen un diccionario con los principales términos de la charla en cuestión. Yo en serio creí en el momento de la traducción que tenía más capacidad, hoy entiendo que me estaba metiendo en camisa de once varas y que mi manejo del idioma no era realmente tan bueno. Ya salió así, es una de esas actividades raras que uno hace para sobrevivir.
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